Un Tributo a Su Voz

“¿Cómo está tu corazón?” me preguntaba con la voz más amable.

Pensaba en su pregunta por unos minutos y le contaba todo sobre mi vida. Ella cortésmente escuchaba toda mi ansiedad, desorden o confusión en mi corazón. Ella no me juzgaría ni me reprendería, pero amorosamente me hacia otras preguntas sabias.

“¿Qué estás aprendiendo de eso?” y “¿Dónde está Jesús en esto?” 

Michelle y yo hablábamos cada dos semanas por teléfono y semanalmente a través de texto. Ella se convirtió en mi mentor y entrenadora para el ministerio en que trabajo, más que eso ella era una hermana y una amiga. Ella siempre sabia qué preguntar y cómo llegar a la raíz de mi situación, ya sea buena o difícil. Su sabiduría sólo puede ser explicada por su relación con El Padre. Ansiaba conocerlo de una manera más íntima y pasaba tiempo en la Palabra y en oración, absorbiendo toda Su bondad y amor.

Cuando fue diagnosticada con cáncer su relación con Dios no cambió, si no que creció aun más fuerte. No me mal entiendas, el cáncer es duro, agotador, perturbador, y a veces ella decía que se sentía derrotada. Pero su debilidad y dolor aumentaban su anhelo por Jesús. Ella sabía muy bien que pasar tiempo con Jesús le daría fuerzas para enfrentar otro día o incluso la siguiente hora.

La Biblia dice, “…pero él me ha dicho: «Con mi gracia tienes más que suficiente, porque mi poder se perfecciona en la debilidad.» Por eso, con mucho gusto habré de jactarme en mis debilidades, para que el poder de Cristo repose en mí.” (2 de Corintios 12:9) Michelle deja que el poder de Cristo reposara sobre ella.

En cada conversación con Michelle, hablábamos sobre la GRACIA. Ella me ayudaba a ver de donde la mayoría de mis luchas derivaban, de no recibir o abrazar la gracia.  Yo estaba rechazando el regalo que el Padre nos da, tratando de trabajar duro y ganarlo o simplemente no estaba disfrutando de la dulzura de la gracia. Pero ella nunca me juzgó, en cambio invirtió en mi corazón.

¡Michelle era una mujer increíble! Era generosa, compasiva, radiante, cariñosa, valiente, fuerte, amigable, paciente, inteligente, sabia y mucho más. Fue una gran amiga.

Fuimos amigas por más de 10 años y no fue suficiente tiempo. Siempre tenia tiempo para nuestra amistad. Incluso en medio de su tratamiento, la quimioterapia, sus propias luchas, el trabajo, ella encontraba tiempo para reunirse y hablar conmigo. Nunca apresuró nuestras llamadas o nuestro tiempo juntas, siempre respondió a mis textos o correos electrónicos y sobre todo orábamos juntas. Ella intercedía por mí y yo por ella, y juntas encontrábamos la paz sobrenatural de la Voz que intercedía por nosotras. Siempre atesoraré esos tiempos. 

En nuestros años de amistad, hay muchas cosas por las que estoy agradecida. Hay varias historias que un día espero contar sobre Michelle, pero hoy le contare como ella abogaba por mi.

Michelle sabia usar su voz para avanzar la voz de otros.
Especialmente otras mujeres o aquellos que sus voces no eran valoradas.

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En julio del año pasado, le escribí para darle las gracias por usar su voz y abrir puertas en lugares en los que no podría haberme metido si no fuera por ella. Me contesto y me dijo: “Estoy muy contenta, supongo que mis años de sentirme como una minoría en algunos lugares y mis inseguridades del pasado me permitió encajar más contigo que otros”.

A lo largo de nuestra amistad, encontramos varias cosas que teníamos en común. Varias veces en su vida, Michelle, también se había sentido mal entendida o su voz no fue valorada. Las experiencias de Michelle le habían enseñado a usar su voz para otros.

Este fue otro tema de conversación en nuestras llamadas. Me motivaba constantemente a usar mi voz. Mis propias inseguridades me impedían hablar y compartir lo que Dios me estaba desafiando a decir. Honestamente, esta conversación duró varios años, donde ella desafiaba mi corazón y otra vez señalaba la raíz de mis inseguridades. Ella hablaba la verdad, estaba dispuesta a tener conversaciones profundas y unirse a mi quebrantamiento. Siempre estaré agradecido por nuestro tiempo.

A través de los años, recibí notas, textos incluso algunos regalos de ella para construirme y ayudar a luchar contra mis dudas.

Puedo decirles que por su consejo he aprendido a usar mejor mi voz. Sigo en proceso, pero sus años de unirse conmigo en esta batalla me movió al siguiente nivel de crecimiento.

Durante los últimos 3 años, ella me animo aún más. Creía en mí y por eso aprendí a creer más en mí misma y me sentí segura de usar mi voz. He podido compartir mi historia, pensamientos e ideas con diferentes grupos de personas. He podido visitar lugares que sólo soñé y he logrado cosas inesperadas. Todo porque Michelle utilizó su influencia y voz para crecer y desarrollar la mía. Estoy muy agradecida de que Dios me diera su amistad.

Tuvimos conversaciones tan dulces y echo de menos su voz, sus preguntas, su sabiduría, su gracia y cuando señalaba la gracia de Dios sobre mí.

Michelle murió el 10 de agosto del año pasado.

Unas semanas antes de morir, pude compartirle sobre la Voz sin Palabras y lo que Dios me estaba enseñando e incluso en medio de sus últimos días, me animó. Así era ella.

Michelle me inspiró a usar mi voz para compartir mis sueños, fe e ideas, pero también me enseñó a usarla para abogar por los demás. Su ejemplo, de amar a los demás poniéndolos antes de ella era muy visible en todo lo que hacía. Incluso cuando estaba luchando severamente con su salud, ella continuaba orando, aconsejando, motivando, desarrollando e impartiendo la verdad a otros. Todo esto debido a su deseo de ser mas como Cristo.

“No hagan nada por egoísmo o vanidad; más bien, con humildad consideren a los demás como superiores a ustedes mismos.  Cada uno debe velar no solo por sus propios intereses, sino también por los intereses de los demás. La actitud de ustedes debe ser como la de Cristo Jesús, quien, siendo por naturaleza Dios, no consideró el ser igual a Dios como algo a qué aferrarse. Por el contrario, se rebajó voluntariamente, tomando la naturaleza de siervo y haciéndose semejante a los seres humanos.”

Filipenses 2:3-7

Michelle fue una líder, servidora, y un ejemplo para mi familia.

En mi primer post, le compartí una de las razones por las que empecé el blog de Wordless Voice.

La otra razón por la que empecé a escribir es el resultado de mi amistad con Michelle. Ella aspiraba a usar su voz para servir a otros, y lo lograba. Sacrificaba su tiempo, posición y plataforma para que otros pudieran ser escuchados.

Su ejemplo me motiva a usar este blog para abogar por otros que se sienten inaudibles o sin voz.

Espero que las historias que leas te motiven impulsen y desafíen. También deseo seguir el ejemplo de Michelle.

Sin embargo, me tomó mucho tiempo en decidir activar mi blog, como he dicho antes, porque es aterrador y como usted ha leído hoy debido a mis inseguridades. Por lo tanto, Dios me recuerda de su gracia y me recuerda mis conversaciones con Michelle.

Una vez me dijo: “Oigo el interior de tu corazón en necesidad de disminuir de velocidad … y presenciar la gracia ¿Puedes meditar en esto, dejar que tu corazón lo sienta y dejar que el Señor se siente contigo y hablarte sobre ello?”

Al soñar grandes sueños de todas las historias que quiero escribir y compartir, tengo que continuar recordándome en frenar y sentarme con El primero. Michelle sabía que necesitaba sentarse con El primero para que su corazón estuviera bien.

Amiga(o), ¿cómo está su corazón? ¿Ha encontrado tiempo para sentarse con el Padre?

Si no lo ha hecho, le invito a que lo haga hoy. Él está dispuesto y esperando.

También espero que tengas una amiga(o) como Michelle. Ella me mantuvo responsable, me ayudó a lograr mis metas, invertido en mi vida, me decía la verdad y me amaba.

Le animo a abrir su corazón a una amistad como esta o a ser una amiga como ella a otra persona en su vida.

Una vez que se siente con el Padre, pídale que le envíe un amigo(a) que usa su voz para perforar su corazón o pidamos que nos ayude también a ser este tipo de amigo.

No soy la única mujer que su hermandad afecto y espero que Un Tributo a Su Voz te consuela y te recuerda momentos con ella. Este post fue difícil de escribir, varias lágrimas fueron derramadas al revivir momentos de nuestra amistad. El dolor de extrañarla continúa, pero aquellos de nosotros que conocemos a Jesús sabemos que hay esperanza más allá de la muerte. Sé que volveré a ver a Michelle de nuevo y me alegro de que ya no está sufriendo, esta sana y hecha nueva. Su vida es un ilustración de como se ve una vida con Cristo.

A través de este post, hice lo mejor que pude, para honrar la vida y el legado de Michelle. Escribir sobre ella me ayuda a desahogar el dolor de extrañarla . Para aquellos que la conocieron, espero que este post le ayude a continuar sanando su dolor. También espero que le recuerde la Voz que ella siempre nos animó a escuchar.

Mantente atento a la siguiente palabra…