“Camina en la calle con nosotros hacia la historia. Sal de la acera.”
Dolores Huerta
La historia afectó no solo el pasado sino también el presente y el futuro. Y cuando nuestra educación es limitada, también lo es nuestro conocimiento de cómo la historia nos sigue afectando.
En la escuela no aprendemos toda la historia de los Estados Unidos. No aprendemos las historias de hombres y mujeres indígenas que tuvieron impacto en nuestro país. O las historias de hombres y mujeres afroamericanos que cambiaron la historia. Del mismo modo, no escuchamos las historias de latinos y latinas, que han dejado su huella en la historia estadounidense.
En los Estados Unidos, celebramos el mes de la herencia Hispana / Latina del 15 de septiembre al 15 de octubre. Para mí es un honor ser Latina. Por eso quiero aprovechar la oportunidad para celebrar la vida de otras mujeres Latinas.
Mujeres que decidieron usar sus vidas para dar forma a la historia de los Estados Unidos. Latinas que no han permitido que sus circunstancias difíciles las detengan. En esta primera publicación leerás sobre 2 mujeres Latinas que dedicaron sus vidas a combatir la injusticia.
Sylvia Méndez, es una pionera para los derechos civiles. En 1944, los padres de Méndez, Gonzalo y Felícitas Méndez, demandaron al Distrito Escolar de Westminster. Porque sus hijos no fueran aceptados en una escuela publica que era “solo para blancos”. Otras cuatro familias se unieron a la demanda. Tenían la esperanza de terminar con la segregación a través del condado de Orange en California.
En ese tiempo, California, al igual que muchos estados, tenía escuelas segregadas. De igual que salas de cine y hasta piscinas. En 1947, la Corte de Apelaciones del Distrito número 9, en Méndez vs. El Distrito Escolar de Westminster, ordenó el fin de la segregación en las escuelas de California.
El caso de Méndez después fue mencionada en el caso histórico de 1954 Brown vs. La Mesa Directiva de Educación de Topeka por Thurgood Marshall.
Sylvia Méndez continua el legado de su historia. Ella explica que sus padres le enseñaron, “Que todos somos individuos; que todos somos seres humanos; que todos estamos conectados entre sí; y que todos tenemos los mismos derechos, la misma libertad”.
Por su dedicación en el 2011 Sylvia Méndez recibió la Medalla Presidencial de Libertad. El honor civil más alto de la nación.
Hoy Sylvia viaja por el país, hablando con los estudiantes sobre la historia y la importancia del caso de Méndez. Ella dice que espera que su historia sirva para inspirar a los estudiantes para que continúen su educación yendo al colegio y más allá.
Dolores Huerta, es la co-fundadora y Primera Vicepresidente Emeritus de Los Campesinos Unidos de América, (UFW). Dolores es una mujer que ha sido feroz al defender los derechos civiles durante toda su vida. Fue ella quien inventó el grito de guerra ¡Sí se puede!
La madre de Dolores, Alicia, le enseñó a ser generosa y bondadosa a otros. Ella le inculcó el don de la solidaridad. Debido al activismo de su madre en la comunidad, Dolores aprendió ser franca.
Asegura que por ella se convirtió en defensora de los derechos civiles. “De ella aprendí la idea de ayudar al prójimo y a las personas con necesidades sin esperar ninguna gratificación”
Dolores estudió Educación en la Universidad de Pacific’s Delta Community College. Durante un tiempo, fue maestra de escuela primaria. Pero decidió renunciar porque en sus palabras, “Yo no podía ver a los niños entrar al salón hambrientos y necesitando zapatos. Yo pensé que podría hacer más en organizando a los campesinos que intentando de enseñar a sus niños hambrientos.”
Reconociendo las necesidades de campesinos, mientras trabajando para el CSO, (la organización de servicio de la comunidad), Dolores organizó y fundó el “Agricultural Workers Association” o AWA (la asociación de obreros agrícola) en 1960.
Por su trabajo con el CSO, Dolores conocido a quien se convertiría en su gran aliado, César Chávez. Junto con él, Huerta cofundó la National Farmworkers Association. Que después se convirtió en United Farm Workers (UFW), para unir a los agricultores en un sindicato que lucha por proteger sus derechos.
Ella es una líder laboral y activista de los derechos civiles. También ha abogado por los derechos de los inmigrantes y las mujeres. Esto le obtuvo el Premio Eleanor Roosevelt a los Derechos Humanos y la Medalla Presidencial de la Libertad. Hoy, a los 89 años, todavía lucha por la justicia a través de su Fundación Dolores Huerta.
Sylvia Méndez y Dolores Huerta son mujeres Latinas que nos inspiran y desafían a seguir sus ejemplos. Necesitamos aprender sus historias. Necesitamos compartirlas. Y necesitamos continuar sus misiones y usar nuestras voces como ellas. ¡Sí se puede!
“Cada momento es una oportunidad de organización, cada persona es un activista potencial, cada minuto una oportunidad de cambiar el mundo”.
Dolores Huerta
¿Cómo usarás tu voz para cambiar el mundo?
Mantente atento a la siguiente palabra…