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Voz Sin Palabras: Español

Las Voces de Inmigrantes Cristianos ~ Yaneth ~

Yo soy una inmigrante e hija de inmigrantes.

Nací en El Salvador y vine a los Estados Unidos a los 4 años con mi mama. Mis padres tuvieron que tomar la decisión difícil de inmigrar por causa de la represión y violencia asociadas con el inicio de la guerra civil. El Salvador sufrió una de las guerras más sangrientas y duraderas que duró 12 años. Esta guerra causó la muerte de aproximadamente 75,000 personas y muchas otros fueron separadas de sus familias. La mayoría de los que fueron asesinados eran inocentes niños y madres.

También no habían trabajos y mis padres necesitaban sobrevivir y tener seguridad. Esto los llevo a tomar la decisión de que era mejor huir de nuestro país. Dejar su hogar, familia, las pocas cosas que tenían y todo lo que conoces para soportar el largo y peligroso viaje a un país desconocido no es nada fácil. Mi papá fue el primero en soportar este tipo de viaje, una vez que lo hizo y se estableció, un año después mi madre y yo nos preparamos para reunirnos con él.                     

Viajar a los EE. UU es arriesgado, costoso, agotador pero todos vienen con la esperanza de que al llegar te cambiaría la vida. Mis padres no tenían mucho dinero en El Salvador, los dos vienen de familias pobres y humildes. No es fácil obtener una visa o permiso de trabajo por que o no tienes suficiente dinero para aplicar o no calificas por todos los requisitos necesarios. La única opción que mi familia tenia para llegar a este país era cruzando la frontera. Quiero aclara que cada familia inmigrante tiene su propia historia y razones por las que toman la decisión de dejar su país y como viajan a los EE. UU. Esta es nuestra historia y fueron nuestras circunstancias.

Mi mama y yo viajamos a México a una cuidad cerca de la frontera. Al estar allí esperamos la madrugada con el grupo de personas que viajábamos. Caminamos mas de 5 horas en silencio y oscuridad por miedo a varios peligros. Recuerdo claramente haber visto los campos, la luna y las vacas esa noche, es un recuerdo inolvidable. Yo era la única niña en el grupo y me pidieron mantenerme en silencio para que las vacas no se movieran o empezaran a mugir y alertaran a la patrulla Fronteriza. Después de un largo viaje y cruzar cuidadosamente el río, llegamos a un país lleno de esperanzas, sueños y seguridad.

Cada vez que pienso sobre mi historia y como llegue a este país, pienso en lo valiente que fue (es) mi mama. Ella tuvo que pensar muy bien el riesgo de viajar con su hija de solo 4 años pero sabia que el riesgo de quedarse en un país con tanta violencia era peor que el riesgo del viaje a un país libre y seguro. Estoy agradecida por el riesgo que ella prefirió tomar.

El llegar a los EE. UU es solo el principio de una vida mejor. Nada es gratis. Hay que trabajar duro y todo viene con un precio. Mis padres trabajaron lavando carros, limpiando casas, sirviendo a otros, trabajos que otros no querían tener. Todo lo que ellos han ahorrado no fue regalado. Mucho esfuerzo, horas y sacrificio fue invertido para poder tener éxito en los EE. UU.

También ellos empezaron el proceso para obtener la residencia permanente. Esto es costoso, ellos invirtieron bastante dinero y desafortunadamente se enfrentaron con abogados que se tomaron ventaja de ellos y los estafaron. Obtener la residencia es el primer paso para la ciudadanía. Igualmente cada persona, cada familia inmigrante tiene su propio proceso en el sistema inmigratorio. Un sistema que esta quebrantado pero al cual es necesario someterse para poder obtener un estado legal. No hay una “línea” donde las personas se forman para obtener sus documentos. Son años de proceso, miles de dólares y larga espera. Casi 10 años después de llegar a este país mi mama y yo obtuvimos nuestra residencia permanente.

Cuando yo era niña yo no sabia que era indocumentada o que no teníamos mucho dinero. Pues siempre tuvimos todo lo que necesitábamos. Pero a lo largo de los años llegue a entender las oportunidades que no pude tener por mi estado inmigratorio, por falta de conocimiento y recursos. Por ejemplo la mayoría de becas para la universidad son solo para ciudadanos o los servicios médicos para una persona indocumentada son extremadamente limitados. Ademas de estas limitaciones también aprendí lo que otros piensan sobre personas inmigrantes y las palabras denigrantes que usaban para describirnos. Esto me abrió los ojos no solo por la importancia de mi estatus legal sino también a  discriminación que experimentan los inmigrantes.

De cualquier manera mi estado legal no impidió el que mi familia y yo nos esforzáramos para salir adelante. Yo fui la primera persona en mi familia en graduarme de la preparatoria y de la universidad y ahora muchos de mis familiares son profesionales y varios también se han graduado de una universidad. Y después de vivir en los EE. UU por 19 años y invertir mas dinero pude obtener mi ciudadanía.

Al reflejar en mi historia veo como nuestra fe nos a sostenido en las dificultades, pobreza y el proceso inmigratorio. Dios a proveído para cada necesidad que hemos enfrentado incluyendo Su protección al permitirnos vivir en los EE. UU. Hay varias historias en la Biblia que nos hablan sobre el “extranjero” o leemos sobre familias que se mudaron a nuevas tierras. Por ejemplo Abraham, Jacob y su familia, Rut, y aun Jesús.

En Mateo 2:13 leemos que José, María y Jesús tuvieron que huir a Egipto para proteger la vida de Jesús. Saber que Su familia dejo su hogar, sus posiciones y llegaron a un país extraño es alentador para personas que viven esa experiencia diariamente.

También en la Biblia leemos como tratar al “extranjero”. Una de las razones por la que empece a escribir y compartir historias y experiencias sobre mi vida es para poder usar mi voz para abogar sobre temas importantes y cercanos a mi. Pues yo he experimentado injusticias y racismo por mi estado legal antes y después de ya ser ciudadana Americana. Yo entiendo que los EE. UU tiene que proteger sus fronteras y también entiendo la necesidad de leyes, pero lo que no puedo entender es la manera que personas inmigrantes o refugiados son tratadas sin compasión y amor. Especialmente cuando la mayoría de las personas en los EE. UU no entienden el proceso inmigratorio y todo le que las personas en este sistema experimentan y invierten.

Levítico 19:33-34 dice, “Cuando algún extranjero se establezca en el país de ustedes, no lo traten mal. Al contrario, trátenlo como si fuera uno de ustedes. Ámenlo como a ustedes mismos, porque también ustedes fueron extranjeros en Egipto.”

Muchos son rápidos a incriminar a niños, que no tomaron la decision de inmigra o culpar personas que tuvieron que tomar la decision de dejar o huir de sus hogares para poder sobrevivir. Muchos son rápidos a decir que los inmigrantes o DREAMers les están quitando sus trabajos o tienen la universidad gratuita, cuando esto no es verdad. Mis padres nunca le quitaron el trabajo a nadie, ellos trabajaron y trabajan en ocupaciones que no muchos quieren hacer.

Los estudiantes y personas con DACA* no tienen las mismas oportunidades que alguien que es ciudadano o residente permanente. Lo que ellos desean es la oportunidad de vivir libremente en el país que ellos conocen como su hogar y poder trabajar, usar su educación que muchos han pagado con sus propios esfuerzos, y tener estado permanente. Muchos de ellos han servido en las fuerzas armadas y algunos han dado su vida por un país que no les reconoce como ciudadanos.

Deuteronomio 10:18-19 dice, “Él defiende la causa del huérfano y de la viuda, y muestra su amor por el extranjero, proveyéndole ropa y alimentos. Así mismo debes tú mostrar amor por los extranjeros, porque también tú fuiste extranjero en Egipto.”

Le comparto un poco de mi historia y de el proceso que mi familia a experimento no para ser juzgada o para defender ningún partido político. Comparto mi historia con la esperanza de que otros examinen la actitud de sus corazones y desarrollen una compasión genuina hacia alguien como mi familia y yo y los más de 11 millones de niños, estudiantes, familias, padres, abuelos, abuelas, que actualmente están, indocumentados, que tuvieron que tomar la decisión de inmigrar a este país para vivir una vida segura, libre de pobreza, guerras, violencia y mucho más.

¿Tiene un amigo(a), vecino o compañero de trabajo en esta situación? ¿Conoce su historia? Tal vez ni usted sabe que alguien que usted conoce esta pasando por este proceso.

En los próximos post leerá sobre otras personas que están en situaciones similares. Le pido que escuche sus voces, que lea con compasión y con el deseo de amar, servir y mostrar ayuda. Una ayuda que cambiara un sistema quebrantado y traerá beneficios a las familias que consideran los Estados Unidos su hogar.

Mantente atento a la siguiente palabra…

*DACA- Deferred Action for Childhood Arrivals

Yaneth Diaz

Yaneth (pronounced YAH-net) is a Jesus follower, wife, mom, and writer. She was born in El Salvador, and she and her mother immigrated to the US when she was four years old to escape the Civil War in El Salvador.

She was the first in her family to graduate from high school and college. She has served in ministry to teenagers for over 20 years and enjoys teaching young women to live a life with a purpose. She desires to write about topics that affect and shape her heart, our communities, culture, and faith.

For fun she loves spending time with her family and friends, watching movies, playing games, and if possible traveling

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