“José, de 3 años, y su madre se presentaron ante funcionarios de la Patrulla Fronteriza en un puerto de entrada en el sur de la frontera. Temían la violencia y las amenazas de pandillas en su país de Guatemala. Al llegar a los Estados Unidos, le quitaron a José y la colocaron en una cárcel de inmigración.”
Este es solo un ejemplo que cuenta Chris Palusky, presidente de Bethany Christian Services, de las muchas historias de lo que los niños y sus familias experimentan en frontera.
Hay tanto que quiero decir sobre lo que está sucediendo en la frontera y en nuestro país hacia las familias inmigrantes en las últimas semanas. Para empezar, ha sido difícil ver las noticias y escuchar una variedad de opiniones pues es desalentador leer y escuchar la inhumanidad de los comentarios de las personas, las palabras hirientes que otros usan y infligen a los demás sin saber o incluso querer comprender el dolor de los demás.
Para mi y mi familia, no se trata solo de una historia en las noticias o un artículo, sino que es muy personal. Yo crucé la frontera de manera similar que muchos de estos niños. Mi madre desafió ese viaje (que puedes leer en una publicación anterior) y no me puedo imaginar tener que haberme separado de ella una vez que llegamos a lo que esperábamos ser libertad y seguridad.
Puedo verme en esos niños y en sus historias. Deseando el “sueño americano” y no lograrlo, solo puedo imaginar dónde estaría. Tal vez muerta, tal vez no, pero seguro viviendo en pobreza y en un país lleno de crimen y violencia. Puede que no tuviera educación o quizás si, pero con muy pocas oportunidades para prosperar. No lo sé y estoy agradecida de que no necesito saberlo.
Varias de las familias detenidas en la frontera viajan desde países de América Central, muchas de las cuales buscan asilo. Quieren encontrar protección contra el crimen y la violencia en sus comunidades. Según el Latin American Post, en El Salvador, donde nací, “los 20 primeros días de este año, se registraron 220 homicidios, 25 más que los calculados durante el mismo período en el 2017”
En un reciente artículo del Foro Económico Mundial de América Latina, comparten que “… en años anteriores, los países de América Latina y el Caribe siguen liderando al mundo en términos de crimen y violencia. Los cinco países que informaron las tasas de homicidio más altas a nivel internacional en el 2017 fueron El Salvador, Honduras, Jamaica, San Cristóbal y Venezuela.”
Además del aumento de la violencia, el nivel de pobreza también ha aumentado. Según Telesur, “Los niveles de pobreza y pobreza extrema han aumentado en América Latina en el 2015 y 2016, después de más de una década de declive…
Mientras que en el 2014, el 28.5 por ciento de la región estaba en la pobreza – 168 millones de personas – ese número saltó al 29.8 por ciento en el 2015, luego al 30.7 por ciento en el 2016. La pobreza extrema, por otro lado, aumentó del 8.2 por ciento en el 2014 (48 millones de personas) al 10 por ciento en el 2016 (61 millones de personas)”.
Estas estadísticas nos dan solo un pequeño vistazo de algunas de las razones por las cuales las familias están tan desesperadas por dejar sus países de origen y arriesgar sus vidas para venir a los EE. UU.
De acuerdo a UNICEF “Cada mes, miles de niños de América Central se arriesgan a ser víctimas de secuestros, tráfico, violaciones o asesinatos en su travesía hacia los Estados Unidos para refugiarse de las bandas y la pobreza.”
Hace algunos años pude asistir a un centro de detención para menores no acompañados en Texas. Era una instalación limpia, un lugar donde cuidaban a los niños y trabajaban en sus próximos pasos en el proceso de inmigración. La mayoría de ellos habían abandonado su país de origen, buscando refugio en los Estados Unidos. Cuando los detuvieron en la frontera, los colocaron en centros como el que yo visité. Un año que estuve allí, el niño más pequeño tenía 4 años, estaba solo y desesperado por su familia. Varios de ellos no hablaban español, hablaban un idioma indígena de su país, por lo que era difícil para el centro comunicarse con ellos, y algunos no querían hablar porque tenían miedo.
Aunque el centro realmente trabaja duro para ser un lugar cómodo para los niños, todavía es un centro de detención. Era un lugar sombrío, no un campamento de verano, y aunque se les proporciona lo que necesitan, no es donde los niños querían estar. Cada uno deseaba estar con sus familias.
Algunas personas dirán que ellos o sus padres se pusieron en esa situación, pero espero que busque compasión y se ponga por un minuto en sus zapatos. Piense en lo desesperado que un NIÑO (o padre) tiene que estar para abandonar su hogar y emprender el viaje largo y peligroso para llegar a los Estados Unidos. Su deseo es la seguridad y la libertad de la violencia y la pobreza que muchos de nosotros nunca experimentaremos.
Esto no se trata de política. Se trata de humanidad, compasión, amor por nuestro prójimo, el huérfano, la viuda. La Biblia habla a menudo sobre amar al huérfano, viuda y al extranjero. Por ejemplo:
Deuteronomio 10:18 dice: “Él defiende la causa del huérfano y de la viuda, y muestra su amor por el extranjero, proveyéndole ropa y alimentos. Así mismo debes tú mostrar amor por los extranjeros…”
Hebreos 13:2 dice: “No se olviden de mostrar hospitalidad, porque por ella algunos, sin saberlo, hospedaron ángeles.”
Y Levítico 19:34 dice: “El extranjero que resida con ustedes les será como uno nacido entre ustedes, y lo amarás como a ti mismo…”
Comparto todo esto porque estoy agobiada por la lucha que estos niños y padres enfrentan. Si hay un grupo que necesita una voz en este momento, que están marginados y mal entendidos son estos hermosos niños en la frontera. Ellos no se pueden defender, pero usted y yo podemos usar nuestra voz para abogar por ellos.
Este tema no es completamente nuevo, esto ha estado ocurriendo durante años a través de diferentes administraciones, pero la nueva póliza del procurador general hace unos meses causó una escala en la separación de los niños de sus padres. Las leyes de inmigración y los detalles de lo que está sucediendo en la frontera son complicados y tediosos, y ese no es el punto de este post.
Lo que quiero animarle a hacer es que usted investigue, lea diferentes puntos de vista, ore, sea voluntario, sirva, escuche, conozca a alguien que ha estado o está en esta situación, vaya a la frontera si es posible, visite un centro de detención, escucha y ore un poco más.
Venir a los EE. UU. “legalmente” no es fácil o simple como hablarlo. Después escribiré una publicación sobre lo que se necesita para entrar a EE. UU.
Mi deseo es que empiece un diálogo saludable con otros sobre lo que usted puede hacer para causar un cambio. Un espacio seguro para hablar con otras personas que están en este etapa o para escuchar una perspectiva nueva e informada.
Martin Luther King Jr. dijo,
“La pregunta más persistente y urgente de la vida es: ‘¿Qué estás haciendo por los demás?”
¿Cuál será su respuesta? ¿Qué pasos de acción puedes tomar?
Algunos serán conducidos a protestas, algunos escribirán cartas o firmarán peticiones, otros no harán nada porque se sienten impotentes.
¿Qué hará la iglesia? ¿Cuál es nuestro siguiente paso como el cuerpo de Cristo?
A continuación encontrará algunos recursos que espero le pueden ayudar a comenzar a evaluar lo que podría hacer. Por favor, escuche y lea con una postura de aprendizaje y pídale al Espíritu que le guíe hacia su próximo paso.
- welcomingimmigrants.org Es un lugar donde encontrarás un estudio bíblico de descarga gratuita que te guiará a través de una perspectiva Bíblica sobre el cuidado de inmigrantes y refugiados. También puede encontrarlos en Facebook, donde tienen excelentes artículos y seminarios web que ofrecen más información sobre estos temas y lo que el cuerpo de creyentes podemos hacer
- A través de Welcome, aprendí sobre un libro revisado, Welcoming the Stranger: Justice, Compassion & Truth in the Immigration Debate. En este libro, los expertos en inmigración de World Relief Matthew Soerens y Jenny Yang van más allá de la retórica para ofrecer una respuesta Cristiana a la inmigración. En este libro apuntan hacia una reforma migratoria que sea compasiva, sensata, y que ofrezca formas concretas para que usted y su iglesia reciban y ministren a los vecinos inmigrantes. Esta edición revisada incluye nuevo material sobre refugiados y actualizaciones a la luz de los cambios en la realidad política.
Una amiga me informo de las siguientes organizaciones donde puede encontrar más información sobre cómo servir a niños y familias inmigrantes y refugiados.
- Catholic Charities (catholiccharities.org
- Southwest Key Programs (www.swkey.org) “Southwest Key se compromete a mantener a los niños fuera de las instituciones y del hogar con sus familias, en sus comunidades. Hacemos esto a través de tres áreas de programación: alternativas de justicia juvenil, refugios para niños inmigrantes y educación.
Espero que esta publicación le ayude a empezar a ver este tema desde un lente diferente o al menos le ayude a comenzar a hacer su propia investigación.
“No es posible estar a favor de la justicia para algunas personas y no estar a favor de la justicia para todas las personas”.
Martin Luther King, Jr.
Mantente atento a la siguiente palabra…